Ayer me comentaron que Vargas Llosa opinó que la trilogía Millennium de Steig Larsson estaba muy mal escrita, pero que no podía dejar de leerla. Son un misterio esos libros en los que avanzamos dudando de la forma, pero que a cada página nos enamora un poco más su contenido. Hace años me sucedió algo similar con la trilogía sobre la Segunda República, la Guerra Civil y la posguerra en España de José María Gironella, de la que su primera parte, “Los cipreses creen en Dios”, es la novela española más leída del siglo XX, creo.
Todos los estratos sociales de la época tienen su correspondencia en alguno de sus personajes y están allí presentes todos sus conflictos. Gironella logra que vivamos con los pies sobre la tierra lo que los libros de historia nos muestran desde un planeador. Este soldado de Franco que logró despojarse de sentimientos y convicciones para tratar derechas e izquierdas con la misma pasión, tuvo como objetivo narrar aquellos acontecimientos desde la excusa de la ficción. No quiso que estos sean libros lindos, sino libros que estuvieran vivos. Y lo logró.
La trilogía se completa con “Un millón de muertos” y “Ha estallado la paz”. “Los hombres lloran solos” es, para algunos, la última parte de esta obra, pero en realidad es la primera de una segunda trilogía trunca.
Para finalizar, les dejo unas líneas de diálogo entre un socialista que pregunta y un comunista que contesta:
"-¿Tú te mueves por amor o por odio?
-Por disciplina.
-¿Crees que el hombre viene del mono?
-Creo en la evolución. En la evolución ciega de la naturaleza.
-¿En la evolución hacia qué?
-He dicho en la evolución ciega".
Editorial Planeta
imagen: www.planetadelibros.com
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